Ya en el desayuno dudábamos que hacer debido a que se tiro buena parte de la noche lloviendo. Ya que estábamos en la zona, nos acercamos a ver como bajaba el Ourdaybi, con la intención de realizarlo, pero debido al color chocolate de sus aguas decidimos retornar a España, para finalmente hacer el barranco del Jordán.
DATOS GENERALES:
Comunidad Autónoma: Navarra.
Provincia: Navarra.
Provincia: Navarra.
Comarca: Roncal - Salazar.
Longitud: 700 m.
Desnivel: 150 m.
Aproximación: 5 minutos.
Descenso: 1 hora y cuarto (Álex, Chevy y Jorge, a buen ritmo).
Retotno: de 5 - 10 minutos.
Rápel más largo: unos 20 metros.
Material: 2 X 25. cintas para equipar rápeles.
Combinación de coches: No obligatoría, pero siempre más comodo.
ACCESO:
Tomando como punto de referencia el conocido pueblo de Roncal (sobre todo por sus quesos), hay que tomar la NA-137 dirección Francia. Tras pasar por el pueblo de Isaba, cogemos la NA-1370, la cual nos lleva a Francia a través del puerto de la Piedra de San Martín. Pasado el km. 9 y junto al puente del río Belagoa, podemos dejar el coche donde más nos guste, ya que apareceremos por un camino que parte a mano izquierda y que va a la ermita de Nuestra Señora de Arrako. Con el siguiente coche, continuamos por la misma carretera. Pasado el km. 14 y antes de llegar a la venta de Juan Pito, en una curva a derechas, parte un camino a mano izquierda, en donde podremos dejar el coche junto a unos contenedores de basura. Seguimos las señales blanca y amarilla que nos adentra en el bosque y en pocos minutos llegamos al acceso al barranco.
DESCENSO:
El barranco se puede dividir en dos tramos claramente diferenciados. La primera parte, se caracteriza por ser un arroyo de montaña (por donde puedes escaparte sin problemas) que se adentra a través del bosque por el cual iremos descendiendo numerosas cascadas, la mayoría instaladas con pitones en los numerosos árboles que conforman el bosque. Junto a esto y algún que otro destrepe llegamos a la confluencia del cañón de Arrako (con mayor caudal, y en el que podríamos encontrar los mayores problemas en caso de abundante caudal). Un primer rápel de unos 5 m., en el cual las paredes se empiezan a estrechar, no sin coger demasiada altura, nos deja en una pequeña badina. El siguiente rápel, de unos 15 m, se baja verticalmente un primer tramo para continuar por una rampa, en la cual hay un enorme tronco desde el cual se puede saltar a la poza (echar un ojo para ver si hay profundidad suficiente y tener cuidado que es bastante resbaladiza esa zona). Ya solo nos falta la última dificultad de la jornada, un rápel encajonado de 12 m. Enorme bloque empotrado en la base del rápel, desde el que se puede saltar a la badina (2 m.) Ya solo nos queda hacer algún ligero destrepe, hasta salir a un amplio prado, esta vez lleno de vacas.
RETORNO:
Desde el prado, tan solo hay que cruzar un pequeño puente de hormigón que nos cruza a la derecha del río, para ascender muy ligeramente y apenas 100 m. hasta llegar a la ermita de Nuestra Señora de Arrako y por donde ya bajaremos hasta la carretera donde hemos dejado el coche.
Tomando como punto de referencia el conocido pueblo de Roncal (sobre todo por sus quesos), hay que tomar la NA-137 dirección Francia. Tras pasar por el pueblo de Isaba, cogemos la NA-1370, la cual nos lleva a Francia a través del puerto de la Piedra de San Martín. Pasado el km. 9 y junto al puente del río Belagoa, podemos dejar el coche donde más nos guste, ya que apareceremos por un camino que parte a mano izquierda y que va a la ermita de Nuestra Señora de Arrako. Con el siguiente coche, continuamos por la misma carretera. Pasado el km. 14 y antes de llegar a la venta de Juan Pito, en una curva a derechas, parte un camino a mano izquierda, en donde podremos dejar el coche junto a unos contenedores de basura. Seguimos las señales blanca y amarilla que nos adentra en el bosque y en pocos minutos llegamos al acceso al barranco.
DESCENSO:
El barranco se puede dividir en dos tramos claramente diferenciados. La primera parte, se caracteriza por ser un arroyo de montaña (por donde puedes escaparte sin problemas) que se adentra a través del bosque por el cual iremos descendiendo numerosas cascadas, la mayoría instaladas con pitones en los numerosos árboles que conforman el bosque. Junto a esto y algún que otro destrepe llegamos a la confluencia del cañón de Arrako (con mayor caudal, y en el que podríamos encontrar los mayores problemas en caso de abundante caudal). Un primer rápel de unos 5 m., en el cual las paredes se empiezan a estrechar, no sin coger demasiada altura, nos deja en una pequeña badina. El siguiente rápel, de unos 15 m, se baja verticalmente un primer tramo para continuar por una rampa, en la cual hay un enorme tronco desde el cual se puede saltar a la poza (echar un ojo para ver si hay profundidad suficiente y tener cuidado que es bastante resbaladiza esa zona). Ya solo nos falta la última dificultad de la jornada, un rápel encajonado de 12 m. Enorme bloque empotrado en la base del rápel, desde el que se puede saltar a la badina (2 m.) Ya solo nos queda hacer algún ligero destrepe, hasta salir a un amplio prado, esta vez lleno de vacas.
RETORNO:
Desde el prado, tan solo hay que cruzar un pequeño puente de hormigón que nos cruza a la derecha del río, para ascender muy ligeramente y apenas 100 m. hasta llegar a la ermita de Nuestra Señora de Arrako y por donde ya bajaremos hasta la carretera donde hemos dejado el coche.
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