Ya de viaje exponíamos pros y contras de ir a Suiza (Grindelwald), una zona de Italia (Alagna- Valsesia) o recurrir a Chamonix, el destino más cercano.
Finalmente optábamos por el Valle Blanch-Aiguille du Midi en Chamonix.
Llegamos a la 1 de la madrugada a Chamonix, al suelo a dormir y a la mañana siguiente salíamos del saco bien pronto para preparar todo lo que habríamos de subir arriba, tienda, material de cocina, agua, comida para 3-4 días, cuerda, material de hielo y material personal.
Cogíamos el teleférico (35 euros) desde Chamonix que en 20 minutos te sube a 3700 metros; trayecto dividido en dos remontes. Quisimos parar un poco en el primero de los remontes a 2700 metros (aprox). Una vez arriba del todo hicimos las fotos de rigor en el impresionante complejo existente, dimos unas vueltas y pasamos al túnel de hielo a calzarnos todo el material.
Comenzábamos a bajar la afilada, estrecha y acojonante arista hacia el valle. Cuando observas que alguno de los que sube se va acercando a tí tienes varias opciones. Esperar en algun pequeño tramo algo más ancho (si haces esto no llegas nunca), agacharte/echarte al suelo, ponerte de perfil haciendo equilibrio para no tocarse o salirte un poco de la huella abierta con el peligro que ello conlleva.
Esto que indico es para poder cruzarse las dos personas, si cayeras hacia el lado de chamonix no lo contarías, y si caes al otro lado, con suerte, sería posible contarlo.Llegamos al Valle Blanch (3600m) al mediodía, y encontrábamos un agujero en nieve bastante bien conservado para plantar la tienda, lo retocamos un poco, comimos y la montamos. Hacía bastante calor, y mi cabeza empezaba a pasar factura del ascenso tan rápido. Ya había tomado una pastilla abajo, pero tomaría hasta dos más a lo largo del día.
Pasábamos la tarde por allí fundiendo agua, preparando todo para el día siguiente y hablando con otros españoles que había. Cenábamos y al saco.
A las 5 a.m. abríamos el ojo, tiempo después salíamos hacia el Mont Blanc du Tacul (4248m). A lo largo de todo el recorrido de subida no existe complicación alguna (otros años no es así, depende de la acumulación de nieve) más que saltar alguna grieta existente.
A eso de las 10:30 llegábamos a la cima, los últimos 50 metros son de trepada en piedra y hielo, con gente bajando y subiendo todos a la vez.
Los guías con sus clientes te dicen"alé ,alé avanzé"; allí nadie cede el paso a nadie, no se esperan a pasar, te meten prisa. Cuando subí el Mont Blanc (4807m) pecaba de novato, pero ahora... allí arriba el que no corre vuela..
Una vez en la cima, un rato estuvimos allí con bastante frío y aire, comimos algo y bajamos de nuevo cruzándonos con más gente, la misma estampa que al subir.
A las 2 o así llegábamos a la tienda, me explotaba la cabeza, otra pastilla y a la tienda a dormir un poco. Superado este trance, de nuevo pasábamos la tarde por allí no nos daba tiempo a desmontar el campamento y subir hasta el teleferíco. Discutíamos sobre qué hacer al día siguiente, se veía mal tiempo.
Esa noche cayó una gran nevada, despiertos dentro de la tienda dudábamos si podríamos ascender por la arista caída tanta nieve y estando blanda.
Nos asomamos por la puerta y era viable, un montón de gente subiendo por la arista¡¡ creo que toda la gente del Refugio de los Cósmicos había decidido irse. Escopetados recogíamos todo y volvíamos de nuevo al teleférico. Lo bueno del mal tiempo es que no nos cruzaríamos con nadie en la arista.
Bajamos a Chamonix, confirmábamos el mal tiempo en días posteriores en Suiza (hubo inundaciones, menos mal que no fuimos) Italia y Francia, cenamos por allí y al día siguiente camino de vuelta a España, dado que poco más podríamos hacer en los días posteriores. Los Alpes son así.
Un vídeo resumen; http://www.youtube.com/watch?v=TmNOxpkmm18
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