(10-11 Junio 2006)
Durante ese fin de semana se hizo una visita a la Torca de Bernallán, en la que participaron Antonio, Adolfo, Carlingis, Lolo y Miguel Ángel, de SECJA y Fernando, Rebeca, Felix y Carlos, de CEV de Valencia.
Esta incursión tenía por objeto cambiar las cuerdas viejas instaladas en los dos últimos pozos de la torca, el de 73 m. y el de 85 m., por otras nuevas de 100 m. de largo y 10,5 mm de diámetro, y explorar varias incógnitas pendientes en la zona de la "galería Blaf" y de la" sala del Corazón".
El día 10 se levantaron temprano, a las 7 de la mañana y, a las 9, el primer grupo entraba en la torca de Bernallán. Durante el descenso retiraron la cuerda vieja de los últimos pozos e instalaron la nueva, cambiando también algunos anclajes.
Una vez reunidos ambos grupos en el Relax, lugar donde se pasan las noches y se hace algo de comida caliente tras cada jornada de exploración, planificaron las tareas que iban a realizar y se dirigieron a la zona de la galería Blaf, donde había pendiente una escalada, un levantamiento topográfico y la exploración de varias incógnitas en sus proximidades.
Fernando, junto con su equipo, se encargó de la escalada y de topografiar y explorar una galería por donde discurre un pequeño hilo de agua. Tras varias horas de pelea con una pared llena de barro no exenta de peligro, llegaron a la cabecera y con desagrado comprobaron que no había una continuación evidente. De vuelta, en la galería del hilo de agua, al mismo tiempo que la exploraban, realizaron su levantamiento topográfico hasta llegar al sifón final.
Adolfo y Lolo fueron a topografiar una zona situada a la izquierda del lugar por donde habían ido Fernando y su grupo. Tras unas horas de levantamiento topográfico según avanzan en su exploración, conectan con la zona donde Fernando estaba con su equipo. Según Adolfo quedó pendiente por mirar una posible continuación en lo alto de la galería.
Antonio, Carlinguis y Miguel Ángel tenían previsto realizar una penosa desobstrucción en las proximidades de la sala del Corazón, pero como ese día la corriente de aire en la galería Blaf es importante deciden seguirla con el fin de encontrar hacia donde va. Es la segunda vez que miembros de SECJA y WOM intentan seguir este susurro de viento con todos los sentidos alerta. Haber si son los pasos que conectan con Los Moros.
Topografia de Los Moros.
Esta vez, la diosa Fortuna les sonríe y en la pared de la derecha según se desciende por la galería Blaf, Antonio ve una pequeña grieta sobre su cabeza. Al alzar la mano hacia ella, siente sobre su piel el aliento de la corriente de aire que se mete por esa hendidura.
La decisión fue unánime, paso de hombros e intentar pasar y progresar por ella pero... es demasiado estrecha, menos mal que portaban el material que tenían destinado para la desobstrucción cerca de la sala del Corazón.
Es tal la intensidad del viento a través de la hendidura que la mezcla explosiva de la esperanza y el entusiasmo por encontrar el camino hacia la cueva de los Moros, les hace trabajar rápidamente.
En poco tiempo y tras instalar una cuerda ascendente y ampliar el tamaño de la hendidura lo suficiente para entrar por ella, están dispuestos a progresar por los conductos que se tragan toda la corriente de aire que penetra en ella. Carlinguis les brinda a sus compañeros Antonio y Miguel Ángel, los más antiguos y perseverantes buscadores de esta conexión, la oportunidad de explorar lo que para ellos ya era el camino que les haría alcanzar el sueño tanto tiempo perseguido: la unión subterránea de las seis cavidades.
Al pasaje de gateras que se inicia en la hendidura de la pared de la galería Blaf se le puso el nombre de "Gateras Tonisecja@".
Leamos a continuación y en primera persona las experiencias vividas por uno de los dos compañeros durante la progresión por las gateras.
"El primero en franquear la entrada abierta en la pared fui yo y después Miguel Angel. Carlinguis se queda de guardia en la galería esperando por si tiene que echarnos una mano. Recorridos unos pocos metros nos topamos con la primera dificultad que sería la tónica general de todo este trayecto, un paso estrecho remontante, menos mal que en todo momento nos acompañaba la corriente de aire que la podíamos catalogar de... "fuerza 5".
Tuvimos que tener mucho cuidado con la tierra, pues se levantaba a nuestro paso, mejor dicho, a nuestro arrastre, y nos cegaba. Nos encontramos con un nuevo paso ascendente seguido de otro horizontal de corto trayecto.
En ese momento me dijo Miguel Angel: - Antonio, si no fuese por esta corriente de aire constante no estaríamos intentando forzar estos pasos tan estrechos y agobiantes, ¿verdad? -Y vaya si tenía razón, ya que le contesté:
- Jamás he visto pasos tan estrechos en Bernallán, como estos y mira que hemos pasado muchos juntos -
Ante nosotros aparece otro obstáculo, un paso estrecho ascendente: primero lo intento yo y no puedo, a continuación Miguel Ángel y tampoco lo consigue, pero logra quitar algunas piedras que se encuentran sobre nuestras cabezas. Lo intento de nuevo y paso seguido al poco tiempo por Miguel Ángel, y nos encontramos con la siguiente dificultad: es una especie de laminador inclinado que intenta pasar Miguel Ángel pero no lo consigue, mientras busco la forma de puentearlo por un conducto superior y... después de hacer una desobstrucción entre formaciones consigo pasar al otro lado donde, por fin, todo parece tener unas proporciones más humanas.
Siguiendo la corriente de aire, vamos progresando por una galería que se va ampliando hasta llegar a un gran desfondamiento por el que, no sin riesgo, bajamos tirando todas las piedras que se encuentran en equilibrio inestable y llegamos a la base de lo que podíamos denominar una gran fractura.
En este lugar, grita Miguel Angel entusiasmado:
- Aquí hay huellas... -
Pero cuando llego a su altura veo que no, que no son huellas y le doy un golpecito de animo en la espalda diciéndole:
- Lo parecen, pero no lo son -
No cabe duda de que el cansancio acumulado hasta llegar aquí y a su inmensa ilusión por encontrar la conexión de Bernallán con los Moros, le ha jugado una mala pasada y ha visto lo que tanto quería ver.
Progresamos rápidamente hasta alcanzar la cabecera de un pozo, pero como ya era tarde, no llevábamos material y empezábamos a tener bajas las baterías de nuestra iluminación, decidimos dar la vuelta, no sin antes arrojar algunas piedras al fondo del pozo para calcular su profundidad, 15 m. Desde su cabecera pudimos vislumbrar una gran galería. ¿Sería este pozo la conexión?
A esta galería decidimos ponerle el nombre de Teseo por si acaso da muerte al Minotauro de las leyendas griegas, ya que Minotauro es el nombre de la galería de los Moros a la que supuestamente nos conducirá en un futuro el descenso de este pozo, "Pozo del Hilo de Ariadna".
Regresamos al punto de partida donde Carlinguis, muy preocupado por nuestra tardanza, ya estaba en el interior de la gatera. Ya en el Relax, contamos nuestra aventura y transmitimos nuestra esperanza al resto del grupo.
Al día siguiente, 11 de julio, después de tomar un desayuno caliente abandonamos el Relax y nos dirigimos al exterior llevado con nosotros como basura, alimentos caducados o en mal estado que teníamos en la despensa."
El miércoles 14 se dio a conocer la noticia en el club y se estudió el dibujo de la galería de Teseo de la que solo había como dato cierto su orientación, pues no se pudo hacer el correspondiente levantamiento topográfico mientras se progresaba por ella.
Se discutió la posibilidad de que hubiera algún error y que no fuese a parar a la sala del Minotauro. Se escucharon todo tipo de opiniones, desde que era seguro que si se llegaba a los Moros, a que si no fuera así posiblemente aumentaríamos la extensión de Bernallán con nuevas salas, e incluso las más pesimistas que apuntaban la posibilidad de caer de nuevo en alguna galería inferior ya explorada de la propia Bernallán.
Al final, ocurriese lo que ocurriese, lo que estaba claro es que deberíamos aprovechar la campaña de verano durante alguna semana del mes de julio para ver quién tenía razón, aunque en el fondo todos estábamos esperanzados en que se lograría la conexión, además tendrían que participar en el evento nuestros amigos de WOM, ya que ellos solo pueden bajar a San Roque en fechas señaladas y por períodos de al menos una semana, como en semana santa, la campaña de verano y la semana del primero de noviembre.
En las semanas siguientes, una vez decidido entre SECJA y WOM que la campaña de verano tendría lugar durante la tercera semana de julio, nos pusimos en contacto con Ace de Mataró para que colaborasen con nosotros como grupo involucrado en las exploraciones de la Cueva de los Moros y de la torca del Cotero, dos de las seis simas que pretendíamos unir bajando el pozo del Hilo de Ariadna, y además porque solo ellos podrían confirmar si se llegaba a la sala del Minotauro.
Hablamos con Fernando de CEV de Valencia para que acudiese con su equipo a disfrutar del posible éxito vislumbrado durante la exploración que hicimos conjuntamente el 10 y 11 de junio, pero como le coincidía con la campaña de verano en Picos no pudo venir.
Nos pusimos en contacto con Patrick Degouve, actualmente miembro de CAF d´Albertville, invitándole a venir con nosotros ya que él exploró la torca de la Canal y la de Riañon con Spéleo Club Dijon, pero por incompatibilidad de fechas, al tener muy próximo a esos días la campaña de exploración de la Gándara, declinó nuestra oferta, deseándonos la mejor de las suertes y éxito en nuestra empresa y nos envió el dibujo de la topografía de la zona de la Canal cercana a donde se encuentra la galería de Teseo.
También y a través de WOM, ofrecimos a miembros de grupo belga SPEKUL que colaboran con nosotros desde hace dos años, la participación en la incursión de verano en Bernallán.
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