Viernes 29 (Crónica de George):
Tras terminar el examen de Macroeconomía, salgo pitando de la universidad para quedar con Lolo, y posteriormente, recoger a Antonio y Miguel Ángel y poner rumbo a Cantabria.
Llegamos en torno a las 00:00 y la noche era magnifica. Mis recuerdos retroceden en el tiempo. La última vez que fui al Canto, había nieve, corría un viento matador y el frío era insoportable. Incapaces fuimos de salir del coche y menudo frío que pasamos durmiendo aquella maldita noche en la furgoneta de Lolo.
Por suerte, esos recuerdos son pasados y nada tienen que ver con el presente que nos esperaba. Tras preparar todos los bártulos y cenar algo, emprendemos el paseo nocturno rumbo a la entrada del Canto. Por el camino y en mitad de la oscuridad, pudimos contemplar como a unos 30 km de donde nos encontrábamos, las luces alumbraban la bahía de Santander. Nunca había hecho el trayecto del coche a la boca de entrada por la noche y si ya de por sí los paisajes son espectaculares, las vistas nocturnas me dejaron fascinado.
En torno a la 1:00 estábamos entrando, Antonio y Miguel Ángel tirando del pelotón, yo como siempre, detrás de ellos ya que estoy a años luz de sus movimientos bajo tierra (que envidia!!) y por último y cerrando el grupo Lolo.
Rapel, reunión, cabo corto, fraccionar,pozo, rapel, reunión, cabo corto, fraccionar, pozo,…y así durante dos horas y medias hasta llegar a Korokotta. Cuando llegué al vivac, Antonio y Miguel Ángel debían andar por el quinto sueño más o menos…preparé mi dulce cama y ya preocupado por la tardanza de Lolo, retrocedo mis pasos…se nos había quedado dando una vuelta por Korokotta siguiendo los reflectantes de la galería 77. (Hora aproximada, casi las 4 de la madrugada)
Sábado 30 (Crónica de Miguel Ángel):
9:00 nos levantamos desayunamos, cogemos las sacas con los neoprenos algo de comida y agua, también material para instalar pensando que veríamos alguna cuerda en el Cañón de Poseidón.
Tres de nosotros vemos por primera vez el Cañón. Todo muy grande y ... siempre pensando, habrán mirado todo, porque tiene tela la cantidad de posibles continuaciones que se intuyen.
Después de muchos sube y bajas, pasamanos destrepes, paso estrecho, llegamos al punto donde nos ponemos los neoprenos. Modelos para todos los gustos oiga. Manga corta, con tirantes y debajo una camisa, integrales, en fin, todo con el propósito de pasar el menos frío posible. Bajamos al río y a mojarnos que para eso hemos venido.
Al principio el agua hasta el tobillo, después rodilla y mas adelante a las partes bajas. Es de reseñar que el que ha construido este pasaje se olvido de tapar una raja que va por el fondo donde todo el tiempo se te cuelan los pies, menos a Jorge que tiene un .... 50, haciéndose muy incomoda la progresión. Llegamos a un papel de huesito colgado del techo. Dice Antonio que es donde llego la última vez, curioso punto de topo.
Más adelante nos mojamos hasta el cuello. Avanzamos haciendo oposición en el agua para tratar de sumergirnos lo menos posible.
Siguientes obstáculos, pequeñas cascadas que se destrepan. Ni decir que si por estos puntos llevase un poco mas de agua seria muy complicado remontarlas.Llegamos a zonas mas fósiles donde el agua se pierde en estrechas grietas y vuelve a reaparecer mas adelante. En este punto vemos el único aporte, pequeño, de agua que llega al río. Siguiente dificultad, destrepe resbaloso por grieta hasta alcanzar de nuevo el río. Unos metros mas adelante se pierde nuevamente el agua. Nosotros avanzamos por una zona fósil con un desfonde importante. Como de costumbre cada uno a lo suyo. Unos por arriba y otros por abajo hasta encontrarnos al otro lado. Otros metros de progresión cómoda sin río ni nada que se la parezca y por fin llegamos a algo mas interesante desde el punto de la exploración.
Antonio avanza por una galería a la derecha y enseguida... sala grande con varias continuaciones. Lolo y Jorge bajan por la otra galería. Todo parece continuar. Nos dividimos en dos grupos.
Me dirijo hacia la sala donde se encuentra Antonio. Esta es.... grande comparada con lo que llevábamos hasta ahora. Cuando accedes a la sala lo haces por una galería con corriente de aire a tu espalda pero nada mas salir, por la derecha, viene otra fuerte corriente de aire de otra galería. Mientras Antonio mira por el resto me dirijo a esta y continuo unos metros por ella hasta un caos de bloques. Con cuidado tratando de no romper el neopreno penetro por el hasta un punto donde para continuar necesitaría algo para desobstruir. Todo el tiempo corriente de aire en la cara.
Por su parte Antonio ve dos continuaciones muy prometedoras pero que tienen cierta dificultad para avanzar por ellas. Una es una rampa muy empinada que continua, la otra es una trepada y parece que también sigue. Posiblemente esta pueda pasar al otro lado del caos de bloques donde viene la corriente de aire. En el otro extremo una ventana donde ha visto a los otros dos progresar por el río. Rápidamente decidimos topografiar porque esto tiene muy buena pinta. Una vez finalizada nos dirigimos al punto donde nos habíamos separado de los otros dos. Llevamos un buen rato sin saber nada de ellos, esto tiene dos lecturas, continua mucho y por eso no vienen o han encontrado una dificultad grande, gatera, pozo, resalte etc. que les esta entreteniendo mucho.
Decidimos continuar la topo. Siguientes dificultades, paso de varias marmitas muy redondas y profundas con agua. En esta parte el río no lo vemos por lo que suponemos que en las crecidas gordas debe de llegar el agua hasta este punto. Avanzamos otro poco y.... un lago con mucho agua una anchura de 3 m y una profundidad de... 5 o 6 m. A nadar se ha dicho. Ni os cuento lo que es esto de topografiar en el agua. Antonio no podía parar de tiritar y cuando lanzaba el láser estaba todo el tiempo moviéndose mas que un “tío vivo de feria”.
Tras nadar unos metros llegamos a otra sala, mas pequeña que la anterior. Por ella circula el río y en su izquierda a unos 7 m se ve la ventana por la que se comunica con la anterior sala. Instalando una cuerda desde la otra podríamos evitarnos tener que nadar en el río.
Por fin escuchamos a los otros. Nos reunimos con Jorge que nos cuenta lo que han visto y las noticias no son buenas. El río después de bajar unos 10 m y continuar un pequeño tramo horizontal se sifona en un sitio impenetrable. ¡Mierda!, ya estamos como siempre. Tenemos que continuar topografiando y para ello debemos de nadar nuevamente para pasar un paso que en crecida seguro se sifona. Al otro lado otra sala mas pequeña con un caos de bloques. Mirando, mirando me encuentro con Lolo que esta intentando por todos los medios buscar una continuación. La cosa se pone fea, nada de nada.
Al pasar nadando en la parte más baja entre el agua y el techo, circula una fuerte corriente de aire a nuestras espaldas. También en otra galería ascendente viene mucho aire que en este caso te da en la cara. Continuando por esta llegas a una ventana que nos devuelve al anterior lugar antes de pasar el pasaje bajo. Si se instala una cuerda nos evitaríamos, al igual que en el anterior, tener que nadar.
Ya es tarde y la continuación no se ve. Si esto queda así es muy probable que nadie vuelva a este lugar pues no hemos encontrado nada. Pero la corriente de aire es tan grande que decidimos darnos una hora más de búsqueda entre bloques.
Siguiendo el río llegamos a un punto donde el agua se precipita en cascada entre bloques. Aquí decidimos poner fin a la topo y continuar por entre los bloques. Si bajamos por el agua llegamos a un lugar donde toda te cae encima, sino que se lo pregunten a Lolo y Jorge. Tras este punto se tienen que poner algunos “cintajos” para poder continuar y descender hasta el nivel donde nuevamente circula horizontalmente le río. Total unos 10 m de descenso y al final.... ¡mierda!, el sifón.
Si en lugar de bajar siguiendo el agua nos vamos deslizando por entre los bloques, ojo ponerse mono porque yo destroce el neopreno, conseguimos pasar al otro lado del caos donde continua una galería por la que circula toda la corriente de aire a nuestras espaldas. Como ya era tarde decido dar un vistazo rápido para cerciorarme de su continuación. Llego a una encrucijada y me decido por la izquierda, por donde circula el aire, parece que todo continua. Vuelta a pasar el caos donde me espera Antonio, menos mal porque casi no encuentro la continuación.
Regresamos donde están Lolo y Jorge. Es tarde y decidimos volver.
Agua, agua, nada, nada, nada menos, la pu... grieta y nuevamente en el lugar donde nos pusimos los neoprenos.
Anda, camina, destrepa, arrastra, pasamanos y llegamos donde esta la cuerda del pozo de “Puta mierda”. Antes de entrar a las gateras vamos al sifón, o fue esta mañana, ya no me acuerdo. El caso es que muy probablemente no sea un sifón nada mas que en caso de crecida y que si pasamos al otro lado nos podemos evitar las gateras, pero eso queda para otra ocasión.
Llegada al vivac a eso de las 22:00. Total 12 horas de jornada.
Domingo 31 (Crónica George):
Pero como les gustará madrugar…mira que me había encargado de deshacerme del reloj de Antonio (el muy iluso pensando que lo había perdido,jejej) pero no caí en la cuenta que Miguel Ángel es de la misma escuela, así que a las 7 de la mañana en pie!! Nos preparamos un desayuno estrella para entrar en calor (leche condesa, agua y un batido de chocolate, todo bien removidito y para dentro…). Recogemos todo y nos prepararnos para casi tres horitas de ascensión. Encabezan la subida Antonio y Lolo, después yo haciendo tapón y en último lugar Miguel Ángel, que no creo que haya tenido subida más lenta, pero bueno….seguro que le sirvió para hacer una fantástica revisión de toda la instalación.
Una vez fuera, nos quedaba la última sorpresa…esta llegó cuando llegamos al coche y comprobamos como las vacas habían utilizado la furgoneta de Lolo para frotarse sus lomos…los retrovisores doblados, alguna abolladura, unos cuantos rayones en la pintura,… que pensaran los del seguro?? jaja
Conclusión de Miguel Ángel: como mola esto de la exploración y si es con un río mejor.
Vídeo: http://www.youtube.com/watch?v=inPpfTLQOcA
1 comentario:
me cago en la madre que parió a las p...assss vacas, si llego a encontrar de regreso una en el camino la hubiese atropellado...
Publicar un comentario