Crónica redactada por Juancho y Anne.
Salida de Madrid el viernes, cada uno de nosotros, Juancho, Pedro, Lobato, Elia, Lolo y la que escribe esto, cómo y cuando pudo…, dirección algún lugar de la serranía conquense. Nos reunimos todos en Tarancon y una vez allí y comprobado la furgoneta de Lobato va también como las rodillas de otros que si se quejan es por vicio, todos a Uña, con idea de dormir donde se pueda y madrugar para aprovechar el sábado (que por cierto no os quejareis, que os encontré una habitación con una de la que para mí son las mejores vistas del Pantano de la Toba).
Sábado por la mañana, cafés (malísimo por cierto, la próxima vez el café en el agua riscas con vistas a la laguna), momentos de relax y salida para la cueva, que se encuentra en la Muela de la Madera.
Tomamos la carretera CM 2105 que une Uña con Tragacete, sobre el PK 43 tomamos una carretera secundaria que sale a la izquierda y que marca “Las Majadas”. A 1.5 Km encontraremos una bifurcación a mano izquierda, pero nosotros continuamos de frente durante unos 4.5 Km mas, donde nos encontramos otro desvío a mano izquierda que indica “Las Majadas” y que esta vez tomamos para continuar por él durante unos 2 km, donde nos aparecerá una pista a la derecha, que tomaremos y por la que continuamos 1.5 Km, para abandonarla por otra pista menos marcada a mano izquierda que aparece unos 400 m antes de llegar a una caseta a la derecha de la pista por la que veníamos.
Ya en esta última pista nos encontraremos con una sima marcada como uña nº35 a mano izquierda y la pista se pierde muy pronto, dejando a la derecha un cercado, pues bien es el momento de pasear y buscar el maldito agujero… que sorprendentemente se encuentra a unos 500 metros del cercado siguiendo la pendiente del terreno y dejando la pista por la que veníamos a nuestra espalda….
Después de marearnos un buen rato con eso de si son unos 500m a la redonda desde aquí… encontramos el maldito agujero, que está muy bien señalizado Uña nº36.
Descripción de la cavidad:
En la cabecera de la sima tan sólo existe anclaje natural a un árbol, debiéndose considerar colocar un antiroce. El P.11 de entrada es bastante angosto, dando paso al tubo. El P.14m aún tiene buenas dimensiones. Luego un pequeño P.6 y un P.7 que nos conducen al Paso de Todo. Se pasa; pero sin elementos de progresión vertical que dificulta en exceso el avance y con la favorecedora gravedad. Aunque parezca más fácil por arriba, el camino va por abajo, y si acaso uno se intenta meter de la forma que parece más lógica, se equivoca: es mejor entrar con los pies por delante. En el P.35 hay bastante aporte de agua proviniente del techo, y en la gatera que se abre a continuación también hay agua. La gatera es muy incómoda, llena de aristas, estrecha, y con agua muy fría. Sin embargo, merece la pena recorrer estos 200m de estrecheces para acabar en una galería amplia de unos 800 con abundantes excéntricas de una caliza asombrosamente blanca, y unas geodas incrustadas francamente bonitas. Cuando el río se cuela por un sumidero en La Puerta del Arco, la galería vuelve a bajar.
Dicha galería tiene una longitud aproximada de 2 km, hasta la cota –281m (la base de los pozos esta a –84m). Nosotros llegamos más o menos hasta la mitad.
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