(29-31 Octubre 2006)
Una nueva conexión en
el sistema Alto del Tejuelo
ANTECEDENTES
En el programa de exploraciones para el Sistema Alto del Tejuelo del puente del 1 de noviembre de 2006, figuraba la visita al Canto Encaramao con dos propósitos bien definidos: ampliar nuestro conocimiento de la cavidad, incompleto en aquel momento, y buscar zonas de exploración para aumentar su desarrollo conocido de 16 Km.
En ambos casos, los expedicionarios podrían admirar salas de dimensiones infinitas y las galerías que las comunican, apoyándose para avanzar en la topografía en planta que teníamos en aquel momento, de la que nos gustaría validar su exactitud en el futuro con tiempo y varias visitas más, al igual que hicimos cuando empezamos la exploración de Bernallán.
El equipo formado por DirK, Li, Mercedes y Miguel Ángel entraron el 29 por la mañana temprano en el Canto. Aprovechando el descenso, se entretuvieron en mejorar la instalación, sustituyendo una cuerda en el último pozo y varios mosquetones a lo largo de todo el recorrido, hasta que llegaron a la base de los pozos.
Una vez reunido el grupo en la sala en la que cae la última cuerda del techo, emprendieron el camino hacia una galería que se abrió durante la pasada Semana Santa mediante trabajos de desobstrucción para seguir una fuerte corriente de aire, a fin de comprobar que hay más allá del punto en el que se dejó la exploración entonces, y para hacer el levantamiento topográfico de todo lo explorado hasta allí. Sobrepasada la desobstrucción, descubrieron una galería sin huellas y progresaron por ella topografíandola, hasta que desembocaron en una sala superior sin continuación aparente. Su desarrollo final fue de 180 metros.
Con los datos topográficos aún calientes en la libreta, el grupo se adentró en zonas en las que no había estado nadie de nuestros clubes (SECJA y WOM) y que dan acceso a las salas grandes, pero por un sitio diferente al que ya conocíamos. Descubrieron allí otra galería sin pisadas y avanzaron por ella haciendo su levantamiento topográfico. El desarrollo de ambas galerías supuso el aumento de 260 metros más para el Sistema Alto del Tejuelo.
Esa noche en el vivac, el viento que circulaba por él apenas dejó dormir al grupo. Al día siguiente temprano, fueron nuevamente hacia las grandes salas, llegando a la "Sala DE", que es la más occidental en la topografía. El grupo se dedicó a explorar por el borde de la sala y encontró una gatera con una fuerte corriente de aire que se estrecha y que les impidió el avance. Para poder forzar el paso será necesario hacer una desobstrucción importante en el futuro.
En ese punto, les llamaron poderosamente la atención dos cosas. La primera era que el aire que entraba por la gatera olía a "calle", cosa muy extraña pues estaban bajo tierra a unos 300 metros de la superficie. La segunda de índole biológica, fue que pudieron contabilizar la existencia de al menos dos murciélagos vivos, una polilla también viva y un escarabajo pelotero muerto. Estos indicios, habida cuenta del entorno donde se encontraban, decían de una forma irracional, que su situación geográfica estaba muy próxima a "la calle", cuando en realidad la sala base de los pozos, se encontraba a dos horas de camino de allí y nunca se habían visto murciélagos en ella, y menos polillas vivas, y el olor a "calle" se percibe cuando aun quedan por subir los últimos 50 metros progresando por los pozos hacia la salida.
La labor de exploración continuó por otras zonas de esta sala que tienen posibilidad de continuar. Lo que más sorprendió al equipo fue lo poco pisado que estaba el recorrido que hicieron durante los días que estuvieron allí abajo y la gran cantidad de tramos en los cuales no había pisado nadie antes que ellos.
Después de dormir bien esa noche, ya sin las corrientes de aire de la anterior vigilia, salieron al exterior sin mayores contratiempos.
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