Travesía vallina nospotentra

lunes, 8 de agosto de 2011

FERRATA GIOVANNI LIPELLA





ACCESO:

Tomando como referencia Cortina d'Ampezzo, coger la carretera SR 48, dirección al paso Falzarego. Una vez atravesado la población de Pocol y dejando atrás una pequeña ermita de madera situada en la parte derecha de la carretera, sale una pista asfaltada por la derecha que tras unos kilómetros y tras atravesar en varias oca


siones una pista de esquí con cañones de nieve, llegaremos hasta el refugio Dibona donde aparcaremos el coche.




Una vez aquí y perfectamente señalado,



cogeremos el camino 442, el cual nos

llevará por la base de la

Tofana di Rozes

hasta llegar a la Galeria del Castelleto.



ASCENSO:


Antes de comenzar la ferrata Lipella, pasaremos por una de las mayores galerías construidas en la I Guerra Mundial (necesario frontal). Accederemos a la galería por una escalera, que nos dejará

en una primera cámara. Desde aquí un túnel excavado en roca (y equipado con línea de vida

) nos hará ascender por el interior de la montaña hasta una ventana final.



Una vez fuera, descenderemos un poco y continuaremos por un camino colgado con unas impresionantes vistas a un valle que nos llevará hasta el inicio de la Ferrata Lipella. Ojo a la posibilidad de nieve en esta parte del camino y al continuo goteo (a veces en forma de pequeñas cascadas) que vienen procedentes de la parte alta de la Tofana di Rozes.


La ferrata se caracteriza por una sucesión de continuos paso verticales con bastante tramos de caminos a través de diferentes cornisas.



DESCENSO:




Antes de descender por la parte izquierda con dirección al refugio Giussani, se puede acceder por un camino que sale hacia la derecha a la Tofana di Rozes (3.225 m) que nosotros

descartamos porque había nieve a lo largo de la ferrata y no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar. Desde el final de la ferrata hasta el refugio antes señalado, encontramos mucha nieve (mes de junio) que pasamos perfectamente simplemente con los bastones y sin necesidad de piolets y crampones, pero que dependiendo en la fechas en las que se vaya, te puede conllevar algún susto.



Una vez llegado al refugio Giussani, basta con bajar por el camino 403, que por una enorme pedrera característica de la zona, nos llevará de


vuelta al refugio Dibona.



La mejor época para realizar la ferrata comprende los periodos de junio a octubre y siempre pendientes de las condiciones de la nieve. Nosotros entre descansos, café en el Giussani, fotos,...le echamos unas 9 horas. De todas formas, en la oficina de información turística de Cortina (junto a la iglesia grande, al lado de la zona peatonal) te dan completa información del estado de las ferratas.